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miércoles, 31 de agosto de 2011

La píldora que va a frenar el SIDA
09/08/2011 - SIDA-AIDS
Dos trabajos publicados han llegado a la conclusión que el PrEP (tratamiento profiláctico pre-exposición) reduce enormemente las posibilidades de contagiarse en una relación heterosexual.
En uno de los trabajos, se estudiaron en Kenia y Uganda durante tres años a 4758 parejas, en las que solo uno de los miembros era seropositivo. Si los infectados tomaban diariamente Truvada (una combinación de dos antirretrovirales), el riesgo de contagio era un 73% menor.

En el segundo trabajo, en el cual se siguieron a 1219 personas en Botswana durante seis años, se vio que el Truvada lo reducía un 63%. Estudios anteriores calculaban que esta protección era de un 44%, pero parece que los nuevos datos casi doblan esa cifra inicial.

Los resultados son tan sólidos esta vez que los expertos los están considerando ya como una posible revolución sanitaria, algo que podría cambiar el curso de la epidemia en zonas tan afectadas como el África subsahariana. Son buenas noticias para todos. ¿O no?

Un tratamiento anual de Truvada, a dosis diarias, cuesta unos 100 dólares, gracias sobre todo al descuento importante que hacen las farmacéuticas en los países en desarrollo. Recordemos que las mismas pastillas sirven para tratar a los seropositivos: si se dan de forma crónica (es decir, de por vida), evitan la aparición de la enfermedad del SIDA. Y finalmente, tengamos en cuenta que hay unos 34 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo, y muchísimas más en situación de riesgo. Si sumamos los dos grupos, los que necesitan los fármacos para protegerse y los que los necesitan para sobrevivir, los números no cuadran. ¿Cómo se puede permitir un país de África, por ejemplo, pagar todas las pastillas que necesitan sus ciudadanos?

Cien dólares al año nos pueden parecer una minucia, acostumbrados como estamos en los países ricos a derrochar mucho más en cosas inútiles. Pero el coste sanitario a nivel global seria, hoy por hoy, prácticamente inasumible.

Los dilemas éticos y médicos que se están generando alrededor de estos nuevos estudios son complejos. Si el presupuesto para conseguir antirretrovirales es limitado, ¿qué debemos priorizar, la protección o el tratamiento? ¿Hay que evitar que la gente se siga infectando si a cambio tenemos que dejar de tratar a los que ya son seropositivos? Es frustrante tener al alcance la ‘Tierra Prometida’ pero no poder entrar porque no podemos pagar el precio de admisión.

Esperemos que esta situación se pueda solucionar pronto. Gilead Sciences, que produce el Truvada y ya lo donó para estos dos estudios, ha decidido ceder la patente a fabricantes genéricos en los países en desarrollo. De esta manera, el precio bajará aún más y quizá empezarán a salir las cuentas. Pero que todas estas buenas noticias no nos hagan perder de vista la realidad: en el caso de las relaciones heterosexuales, sigue siendo más productivo y económico (y sin los efectos secundarios que tienen los fármacos) educar a la población para que evite conductas de riesgo y utilice siempre protección algo que, tenemos que admitirlo, no es nada fácil en ciertas culturas y entornos socioeconómicos.

Será fantástico tener unas pastillas que nos solucionen el problema, pero nos ahorraríamos mucho dinero y sufrimiento si consiguiéramos que todo el mundo usara la cabeza.

martes, 30 de agosto de 2011

Efectos del ejercicio físico en personas infectadas por el VIH
31/03/2011 - SIDA-AIDS
 
La enfermedad relacionada con la infección por VIH-1 sigue una progresión que se caracteriza por una disminución de la respuesta inmunológica que da lugar a un aumento de la susceptibilidad a infecciones oportunistas.
El ejercicio físico moderado puede influir positivamente en la enfermedad tanto en un plano psicológico, permitiendo un descenso del estrés, la ansiedad y la depresión, como en un plano inmunológico, frenando la progresión de la enfermedad del VIH-1(1), lo que necesariamente llevaría a un incremento en la calidad de vida. El ejercicio aeróbico ha demostrado su eficacia para controlar el estrés y como técnica de relajación capaz de reducir la ansiedad y los síntomas depresivos. Por tanto, el ejercicio aeróbico, gracias a sus efectos antiestresantes, podría atenuar el estado de ansiedad y depresión en los pacientes seropositivos.

El presente estudio, recoge investigaciones recientes sobre los efectos de programas de ejercicio físico en los parámetros psicológicos, inmunológicos y cardiorrespiratorios de personas infectadas por VIH-l. Los primeros estudios se centraban en conocer si los sujetos seropositivos podían realizar ejercicio físico si perjuicio para su salud. Cuando se tuvo evidencia de que el ejercicio no afectaba negativamente al sistema inmunitario, participaron en las investigaciones sujetos seropositivos en fases más avanzadas de la enfermedad y se probaron diferentes intensidades y tipos de ejercicios.

Laperriere y cols. de la Universidad de Miami, realizaron un estudio en el que casi medio centenar de homosexuales sanos se distribuyeron en dos grupos homogéneos, uno de los cuales seguía un programa de entrenamiento interválico aeróbico en bicicleta ergométrica durante diez semanas y el otro grupo no seguía dicho programa. Ninguno de ellos tenía conocimiento de si estaba o no infectado por el virus hasta la quinta semana en la que se les notificaba su estado serológico tras realizar un análisis sanguíneo. Los sujetos que dieron positivo en el test y que no estaban realizando el programa de ejercicio mostraron un aumento significativo de la ansiedad y una disminución del número de células NK. Los que siguieron el programa de ejercicio, por el contrario, no sólo no tuvieron bajadas de sus niveles de ansiedad y depresión, sino que además aumentaron el número de células CD4, siendo este aumento mayor en los seropositivos que en los seronegativos del grupo de ejercicio. Teniendo en cuenta que una disminución en este tipo de células se ha relacionado con un empeoramiento de la función inmunológica y una aceleración en la progresión de la enfermedad, estos resultados demuestran que el ejercicio físico de carácter aeróbico puede normalizar el estado inmunitario del sujeto y, por tanto, retrasar la progresión de la enfermedad, al menos en sujetos infectados pero asintomáticos.

Resultados parecidos se obtuvieron en un estudio realizado por Schlenzig y cols. en Alemania, pero esta vez entre los 28 sujetos seropositivos participantes había algunos en fases más avanzadas de la enfermedad. Una de las novedades que planteaba el estudio era que las sesiones de ejercicio se dedicaban casi exclusivamente a la realización de deportes colectivos que, aunque más difíciles de controlar que los ejercicios realizados en bicicleta ergométrica o tapiz rodante, resultaban más motivantes y socializadores para los sujetos que siguieron el tratamiento.

Florijin y Geiger evaluaron el efecto del ejercicio aeróbico sobre la longevidad de pacientes seropositivos gracias a una mejora de su calidad de vida y del estado inmunológico. Los resultados preliminares concuerdan con los anteriores: los sujetos que siguen el programa de ejercicio mejoran su estado psicológico e inmunológico y estas mejoras son significativas si se comparan con un grupo control que no realiza más actividad física de la habitual. Este programa de ejercicio, de una frecuencia de dos sesiones de noventa minutos a la semana, incluye gimnasia, juegos, entrenamiento de resistencia y relajación.

Asi, bajo el supuesto de que un programa de ejercicio aeróbico puede producir adaptaciones fisiológicas relacionadas con la función muscular y el estado cardiorrespiratorio, puede aumentar algunos componentes críticos de la inmunidad celular así como actuar como un amortiguador de los cambios en los estados de ánimo que normalmente acompañan al estrés,lo cual constituye una herramienta prometedora para ayudar a las personas infectadas por VIH-l.

Como conclusión, los autores del estudio recomiendan que las personas infectados por VIH-l deben comenzar, tras un examen físico completo, un programa de ejercicio aeróbico cuando todavía estén sanos.

ETS: PREVENCIÓN. NOTICIAS

Enfermedades de transmisión sexual: Prevenirlas es mejor que curarlas
En el mundo se estima que se infectan diariamente con una ETS cerca de 685 mil personas y se asume que cada año podrían ocurrir 330 millones de nuevos casos por este tipo de enfermedades a nivel mundial. En Colombia, según el Ministerio de la Protección Social cada hora 10 colombianos son diagnosticados con una ETS
En el mundo, cada minuto, 646 personas se contagian de una enfermedad de transmisión sexual y se estima que ya son más de 300 millones los afectados alrededor del planeta por esta patología. En Colombia, según el Ministerio de la Protección Social, cada hora 10 colombianos, en promedio, son diagnosticados con una enfermedad de transmisión sexual, principalmente virus de papiloma humano, sífilis, herpes y gonorrea. La población más vulnerable (73 por ciento) está entre los 15 y 34 años de edad.

Ese acelerado incremento de afectados y la facilidad de transmisión de este tipo de enfermedades, especialmente en los países en desarrollo, han convertido a las enfermedades de transmisión sexual, ETS, en uno de los más graves problemas de salud pública de los últimos sesenta años con consecuencias importantes a nivel sanitario y social, así como un alto costo para el sistema de salud y para los pacientes, destacó el doctor Hernán Aponte, Presidente de la Sociedad Colombiana de Urologia, SCU.

Esta panorámica nacional y mundial motivó a la Sociedad Colombiana de Urología, en el marco de su programa de responsabilidad social a lanzar su nueva campaña contra este flagelo bajo el eslogan “Si tu vida es toda una aventura, protegerte está en tus manos. Para evitar las enfermedades de transmisión sexual, ETS, la mejor solución es la prevención”.

La campaña busca concientizar a la comunidad en general sobre la prevención de las ETS, presentar los nuevos tratamientos que existen para contrarrestarlas, informar sobre las diferentes clases de enfermedades de transmisión sexual presentes en el país e invita a consultar al urólogo, destacó el doctor Hugo López, epidemiólogo clínico y miembro de la Sociedad Colombiana de Urologia, SCU.

Estudios recientes han demostrado que el diagnóstico y tratamiento oportunos de las ETS constituyen una estrategia fundamental de la lucha contra la diseminación del VIH/SIDA. El VIH epidémico ha alterado dramáticamente el campo de las ETS, la presentación clínica y las características de otras ETS, de ahí la importancia de la campaña de la Sociedad Colombiana de Urologia.

LAS CIFRAS SON CONTUNDENTES

En el mundo se estima que se infectan diariamente con una ETS cerca de 685 mil personas y se asume que cada año podrían ocurrir 330 millones de nuevos casos por este tipo de enfermedades a nivel mundial.

La información recibida de diferentes países indica que la mayor proporción de casos de ETS ocurre en personas de 15 a 49 años y que existe una mayor vulnerabilidad biológica y social en la mujer para contraer una ETS.

En los países en desarrollo existe un sub registro importante en el número de casos de ETS, el cual tiene varias explicaciones: elevada proporción de casos asintomáticos, servicios de salud no accesibles, escasa búsqueda de servicios de salud y limitado reporte de casos.

Los adolescentes son considerados de alto riesgo para adquirir ETS por los siguientes motivos: desarrollan diversas infecciones a temprana edad; tienen relaciones sexuales sin ningún medio de protección; son biológicamente más susceptibles a la infección; tienen mayor posibilidad de contraer infecciones con curso clínico asintomático y finalmente son más renuentes a solicitar consulta médica.

En Estados Unidos, el último reporte de los CDC (los centros para el Control y Prevención de Enfermedades) para el 2010 reportaron las tasas más altas para Clamydia y Gonorrea. La Clamydia presentó una tasa de reporte de 409 casos por cada 100.000/habitantes siendo tres veces más frecuente en mujeres, reflejando esto la gran cantidad de mujeres examinadas. La Gonorrea ha presentado una disminución en su incidencia para una tasa de 100 casos por cada 100.000/habitantes y las Sífilis de 5 casos por cada 100.000/habitantes.

En cuanto al Herpes, durante la última década uno de cada 5 adolescentes y adultos ha tenido una infección. La infección genital por el VHS-2 es más frecuente en las mujeres (aproximadamente en una de cada cuatro mujeres) que entre los hombres (aproximadamente en uno de cada ocho hombres). Esto puede deberse a que es más probable que ocurra la transmisión de hombre a mujer que la transmisión de mujer a hombre.

Actualmente se calcula que alrededor de 20 millones de estadounidenses están infectados con el virus del papiloma humano (VPH). Otros seis millones de personas contraen anualmente la infección por primera vez. El VPH es tan común, que al menos el 50% de los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida.

Solo en Europa, enfermedades como la sífilis registran aumentos considerables, pasando de 274 casos reportados en 1994 a 518 en el año 2001 por cada cien mil habitantes, afectando especialmente a un 48 por ciento de varones homosexuales en países como Francia, Holanda, Suecia, Irlanda y Noruega.

Y ni hablar del Sida, que según un informe del Banco Mundial, solo en el año 2007 se presentaron 2,7 millones de nuevas infecciones en el mundo, siendo las áreas más afectadas el sur del Sahara, donde dos de cada tres personas se encuentra infectadas con el virus; Indonesia y la Federación de Rusia, donde 430.000 niños menores de 15 años fueron contagiados durante el 2008, algo aterrador si se tiene en cuenta que los menores de edad afectados pasaron de 1,6 millones en el 2001 a 2,1 millones en el 2008, especialmente en el sur de África..

Colombia, no se queda atrás en esta problemática. Con referencia al VIH/SIDA, el país tiene 170.000 casos reportados y por cada persona que tiene VIH/SIDA existen 7 casos no registrados. En general, según reportes del Ministerio de la Protección Social, cada hora son contagiados diez colombianos de alguna enfermedad de transmisión sexual, llegando en el 2010 a 91.123 personas, distribuidas en Bogotá, con 19.817 casos; Antioquia, con 15.721; Valle, con 6.548; Atlántico, con 6.220 y Cauca, con 5.744.

Por edad en Colombia, el mayor rango de afectados está entre los 15 y 30 años de edad, de prevalencia en varones, aunque en el sexo femenino existe un importante porcentaje de portadoras asintomáticas o con diagnósticos erróneos.

EL ABCÉ DE LAS ETS

Conocidas popularmente como enfermedades venéreas, las ETS (Enfermedades de Transmisión sexual) se transmiten a través de relaciones sexuales con personas infectadas y que, generalmente, responden a patrones de comportamiento promiscuo (relaciones sexuales inseguras, sin uso de protección: preservativos) y con parejas múltiples”, explica el doctor Hernán Aponte, presidente de la Sociedad Colombiana de Urologia.

Muchos pacientes pueden durar años sin presentar síntomas, pero si contagiando a sus parejas, lo que ha hecho más difícil su erradicación.

Entre las principales causas, explica el doctor Hernán Aponte, están el inicio de relaciones sexuales a una edad más temprana, sin tener mayor conocimiento del tema; la promiscuidad, definida como tener relaciones con más de cuatro parejas por trimestre; el incremento del mercado sexual en los estratos más vulnerables de la sociedad; la desinformación o el desconocimiento sobre los métodos de prevención; la falta de una higiene sexual y el temor a preguntarle al especialista relegando la responsabilidad a fuentes de información poco confiables.

¿Cuáles son las que más afectan a la población?

Hugo Enrique López, epidemiólogo clínico y miembro de la Sociedad Colombiana de Urología, destaca que las enfermedades de transmisión sexual con mayores grados de incidencia a nivel mundial son sifilis, blenorragia o gonorrea, chancro blando, herpes genital y el síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA).

- SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida): es producida por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que destruye los glóbulos blancos, encargados de proteger al cuerpo de las diferentes enfermedades. Originalmente se creía que afectaba solo a los homosexuales, a personas con vidas sexuales de alto riesgo, como prostitutas o adictos mediante vía intravenosa; pero luego se vio que afecta a cualquier persona. En la actualidad, no tiene cura y a pesar de su disminución por las campañas de prevención sigue siendo la segunda causa de muerte en Europa por debajo de las enfermedades respiratorias.

- Gonorrea: solo en España ha afectado a 2,04 personas de cada 100.000 habitantes en el 2001, especialmente a personas a adolescentes y adultos jóvenes sexualmente activos.

Producida por el virus diplococo gram-negativo, causa una infección en las membranas y mucosas de la uretra o del cuello uterino, que afecta ostensiblemente la calidad de vida del paciente y aunque sus síntomas no aparezcan de inmediato, sí puede transmitirse mediante la relación sexual.

Entre sus secuelas, para el caso de la mujer, se encuentran la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que puede producir infertilidad, embarazo ectópico o dolor pélvico crónico; además de estar asociada a cáncer genital o cervical, como ocurre con algunos tipos de virus del papiloma humano, y también puede generar dificultades en el embarazo, abortos espontáneos, niños con bajo peso al nacer o prematuros, y ser transmitida de madre a hijo después del nacimiento.

- Herpes simple: estudios realizados en Estados Unidos y Suecia señalan que alrededor de un 20 por ciento de la población mundial sexualmente activa ha estado en contacto con alguno de los virus que las producen y que no han sido diagnosticadas apropiadamente, transmitiéndola sin saberlo durante el momento de sus relaciones sexuales. Es una infección producida por un grupo de cuatro virus que atacan las zonas de los genitales más relacionadas con la sexualidad, produciendo una serie de úlceras, así como fiebre, malestar general y sensación de rasquiña permanente en las áreas afectadas, con un periodo de incubación de 3 a 21 días.

- Sífilis: en el 2006, en Estados Unidos, los servicios de salud registraron más de 36.000 casos de sífilis, teniendo mayor incidencia entre mujeres de 20 a 24 años de edad y hombres de 20 a 39 años.

Se transmite por la bacteria Treponema Pallidum, denominada por los expertos “la gran imitadora”, ya que muchos de sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otras enfermedades. Es transmitida por contacto sexual directo, y consta de tres fases primaria, secundaria y latente y terciaria.

En la primaria, donde solo aparece una úlcera superficial en las áreas del cuerpo como el prepucio o el cuello uterino, se esconden otras erupciones que si no se tratan a tiempo puede llegar a una etapa secundaria, donde ya brotan en la piel en otras áreas del cuerpo y generan otros síntomas como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga, que van y vienen, es decir, aparecen y desaparecen sin razón alguna.

Puede llegar a una etapa terciaria o latente, que puede durar años después de haberse generado la infección, afectando órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Sus síntomas incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia e incluso la muerte.

PARA TENER EN CUENTA

Entre las principales recomendaciones para prevenir las diferentes clases de enfermedades de transmisión sexual están:
- Tener una pareja estable.
- Lavarse cuidadosamente con abundante agua y jabón las partes genitales, especialmente después de haber tenido una relación sexual.
- Informarse sobre los métodos de prevención, tratamientos, causas y consecuencias de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes, así como realizarse exámenes periódicos y hablar abiertamente del tema con la pareja.
- En caso de ser diagnosticado positivamente de alguna enfermedad sexual, comunicar oportunamente a su pareja o parejas anteriores, para que se realicen los exámenes pertinentes y reciban tratamiento oportuno y adecuado.
- Ante cualquier síntoma en sus zonas genitales, no dude en acudir a su urológo de confianza, para evitar que avance alguna enfermedad o estar contagiando a otros.

CONSULTE AL URÓLOGO

La consulta a tiempo con su especialista de confianza ante cualquier erupción súbita en alguna parte del cuerpo y las zonas genitales, así como manejo responsable de la vida sexual son las mejores herramientas para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual

Consulte, el urólogo es el profesional más indicado para resolver estos problemas.